“La insoportable levedad del ser”, de Milan Kundera


Una novela que tiene mucho de filosofía

Clasificación: Novela

Editorial: Tusquets

Siempre es buen momento para leer un libro de calidad. Por si fuera poco, el reciente fallecimiento de Milan Kundera ha sido definitivo a la hora de acometer por fin la lectura de un libro que tenía pendiente hace ya demasiados años.

Se trata de una novela que arranca con unas reflexiones filosóficas que podrían echar por tierra el ánimo de los lectores menos pacientes. Sería un error porque si tenemos paciencia y avanzamos la lectura, el relato deja atrás esas cuestiones y nos va presentando una trama interesante y atractiva.

Otro punto que a mí me ha resultado muy atractivo es el relato de la invasión de Checoslovaquia por parte de la Unión soviética. Cómo fue la reacción de la población y la presión a la que fueron sometidos.

En ese escenario se desarrolla la relación entre Teresa y Tomás. Ella, absolutamente dependiente de él; él, un hombre libre y convencido de su soltería que se ve obligado a vivir con Teresa por cuestiones que él no había programado y a serle infiel con el consiguiente sufrimiento de ella.

Otra cuestión relevante es conocer cómo aquella invasión repercutió en el trabajo de muchos checoslovacos por motivos políticos. En este caso, Tomás que era un cirujano de mucho prestigio, termina conduciendo camiones en un pueblo perdido. Por tanto, la lectura nos remite a tiempos que fueron mucho peores que los que vivimos hoy en día por mucho que nos quejemos de los tiempos que nos está tocando vivir.

Formalmente, se trata de una novela trufada de filosofía, de reflexiones políticas y filosóficas que aportan mucho a un relato estándar. La extensión es la de una novela en todos los sentidos y el ritmo nos podría costar comparado con el ritmo de las narrativas contemporáneas.

Preside la cubierta una mujer sumergida en una piscina, algo que nos remite a uno de los sueños recurrentes de Teresa. Una lectura muy recomendable y una muy buena oportunidad para leer a Kundera tras su reciente fallecimiento. Que la disfruten.

Adolfo Caparrós Gómez de Mercado 

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